¿En qué consiste?

Esta fase está orientada a garantizar la uniformidad en la clasificación de la fruta, su presentación para la mejor identificación por parte del comercializador, y garantizar a su vez que la fruta llegue al consumidor en las mejores condiciones. Trabajamos “Just in Time”, recibimos el pedido del cliente y entonces envasamos y confeccionamos el kiwi para mantener así su máxima frescura hasta el destino.

Calibrado

La fruta es llevada hasta la máquina calibradora de la que se retiran manualmente los frutos no aptos, para luego pasar por una cámara detectora que actúa como segundo filtro, donde se eliminan los frutos con deformidades. Aquí se hace un “cepillado” eliminando restos de tierra y el “pelo” típico de este fruto.

Se referencia según fecha de calibrado, código de productor, finca y lote de entrada a la cámara. Cada proveedor, partida y lote se calibra por separado para evitar posibles contaminaciones.

El calibrado se realiza según la clasificación de calibres tipificada en el mercado por el número de frutos en 3 kg. según dicta el Reglamento (CE) Nº 1673/2004 de 24 de Septiembre de 2004 por el que se establece la norma de comercialización aplicable a los kiwis en la UE.

Envasado

Una vez calibrado el kiwi, se envasa directamente en cajas a granel, cajas de 1 manto o en bolsas de 1 kg. Según los calibres programados. El envasado se realiza de forma normalizada, pudiendo estudiar en cada caso envases específicos para cada cliente.